Gastronomica Magazine - Año 1, Nº 4

En este nuevo espacio quiero llevarte, todo tipo de referencias, novedades y vivencias relacionadas con lo que a mí me apasiona, ¨ LA COCINA¨.

En esta oportunidad te hablare de cómo llegue a ser cocinero partiendo de aquel momento cuando con 12 años y armado únicamente con sueños, ilusiones y mucha curiosidad pise por primera vez una cocina profesional lo que luego me permitió atreverme a esbozar ese importante “MAMA, YO QUIERO SER…”.

En primer lugar y no refiriéndome solo a mí, sino a cualquier joven que se incline por alguna carrera u oficio casi censurado, que pudiera ser considerado como no “respetable”, debemos contar con nuestra familia. En mi caso, tuve la dicha de tener todo su apoyo para hacer lo que me apasionaba, sin importar que esto implicase sacrificios no solo para mí, sino también para ellos.

Lo segundo, será descubrir eso que tanto nos gusta, y si es la cocina, podríamos decir que nos tropezamos con nuestro día de suerte, pues para quienes incurrimos en este estilo de vida lleno de sabor y adrenalina, sabemos que como continuación del esfuerzo de aquellos que una vez fueron y allí estuvieron, formamos parte de una generación, donde la edad no importa, que abre una brecha para que el arte culinario sea considerado como una posibilidad viable de estudio y profesión. Y si bien es cierto que no estoy de acuerdo con que “ser cocinero esté de moda”, si creo que tanto yo, como muchos cocineros recientes, formamos parte de un creciente furor que permite que una gran cantidad de instituciones apuesten a la formación de talentos en la materia.

En tercer lugar, se debe actuar con rapidez y tratar de involucrarse al máximo con todo lo que al área respecta, buscar escuelas o lugares donde el aprendizaje llegue a través de personas especializadas, pues en este tiempo he tenido la oportunidad de aprender de excelentes profesionales. Rodearse de muchos conocedores que te permitan ampliar tu visión de este oficio, formarte de una manera integral y apreciar desde otra perspectiva lo que para otros cocineros representa sus maneras de ver y hacer cocina.

Cuarto, la determinación, asume tu decisión con firmeza y prepararte para cumplirla dando lo mejor de ti para obtenerlo y hacerlo con excelencia. Como Dijo escritor francés “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va”.

Y quinto, y como opinión personal, siendo yo cocinero y nacido en esta hermosa Venezuela, creo que el enfoque deberá estar dado en cada propuesta nos distinga como venezolanos, esto requiere de mucha investigación, desarrollo, innovación y documentación que solo dependerá de cada uno de nosotros, y que seguro nos dejará la completa satisfacción de poner en alto el nombre de nuestro país, el cual nos demuestra cada día su infinito potencial y las maravillas de su gastronomía. Esto es semejante a la satisfacción que se siente al ver salir a un comensal totalmente satisfecho después de una buena velada.

Y como no hay nada más gratificante que desempeñarte en algo que te guste, quisiera referirme a una frase que probablemente ha sonado en sus cabezas mientras leían, de la famosa película Ratatouille estrenada en el 2007, a la cual le debo mi apodo en las cocinas, donde bien dijo Gusteau, “Cualquiera puede cocinar”.

Luego de agradecerles haber compartido conmigo estas líneas quisiera que me acompañaran en una próxima edición e invitarlos a que cocinen mucho…

Fuente: Gastronomica Magazine - Año 1, Nº 4 / Maturín, Edo. Monagas